martes, 24 de noviembre de 2009
Un festival llamado Punilla Rock, otro más realizado en Córdoba, en las sierras, con paisajes mágicos, y muchos grupos en escena, pero con la diferencia de que las bandas que abundaban eran las locales. Santa María de Punilla ofrecía un evento sin precedentes, todo para festejar el día de la música, pero en vez de festejos predominaron las broncas.
¡Muy bien! Dijo más de uno al ver los primeros anuncios del festival, hace más de dos meses. Hubo un Pre-punilla para seleccionar las bandas locales, gráficas en varios puntos de la ciudad, bandas de renombre y dos escenarios.
Pero más allá de todo lo que se anunció, hoy en día, a partir de todo los desperfectos que pasaron, podemos afirmar que fue pura demagogia, sumado a mucha hipocresía y mala onda por parte de la policía, y una convocatoria pésima… aunque la organización se mandó a realizar un evento esperando a “veinte mil personas” (según dichos de allegados a los organizadores), y sin saber ni tener experiencia en cómo se efectúan estos tipos de acontecimientos, le siguieron dando para adelante con desastrosos resultados, y con la conclusión general de que “nadie sabia a donde estaba parado”.
A casi tres semanas de que empiece el evento, a más de uno le llegó un mail diciendo todas las irregularidades que iban a cometerse ese día… a muchos se les debe haber pasado por la cabeza que eso iba a ser un desastre, tomando la decisión de ni ir hasta el lugar, otros no tenían plata para pagar la entrada, sesenta pesos para ser un evento que recién comienza no es muy conveniente que digamos, y por ultimo, a más de una persona que vive en la ciudad ni le gusta el rock de córdoba, no tiene convocatoria, y siempre se queja de las bandas soportes que hay antes de su banda preferida. Esto sumado que la cantidad de bandas que hay en Córdoba, también suman espectadores para los shows grandes, o sea que somos todos los mismos espectadores, bandas y público, todos queriendo escuchar la música que más nos gusta, la que suena en todas partes, la que tiene más alcance.
Desde el primer día del evento, la productora se complicó para que empiece. Las bandas estuvieron, el público fue discreto y la organización un tanto desconcertada a la hora de resolver problemas.
Los músicos llegaron y fueron derivados al escenario mayor, que estaba completamente complicado por cuestiones de horarios tras la clausura del escenario temático "Natural" por parte de la policía, y la reprogramación de esa grilla en el Principal fue el mayor problema de todos: demoras de hasta casi 3 horas, las bandas pudieron realizar (en algunos casos) solo 3 canciones, y los números centrales un tanto más (20 minutos), y encima tener que esperar a que se arme un backline por cada banda, cosa que derrochó tiempo… Lo más bizarro de todo, dos bandas arriba del escenario, una armando backline y la otra tocando, “Rotación”.
El aguante nunca dejo de existir, los que estaban rompían en aplausos a todas las bandas, pero tampoco faltó aquel que no le dio importancia al rock local, y pogueó, sacó pancartas y se cantó todo en bandas como Carajo, Pier y La mancha de Rolando, los demás, bien gracias, no nos extrañaría que ese aguante que se percibió viniera de un viejo seguidor del rock de Córdoba, o de un amigo de alguna banda presente.
A pesar de todas las irregularidades que existieron (como se dice siempre) "El show debe continuar" y así fue al menos en la primera jornada hasta las 03:00 am y la segunda un poco más, pero con la frustrante participación de las bandas que tocaron últimas, demasiado cansadas de que nadie les diga que pasa, agotadas de no tener una grilla concreta, y descontentos con tener que bancarse armar todo un show para tres o cuatro temas. Que los del sonido los traten mal y hagan lo que quieran y, que Las manos de Filipi vengan de tan lejos para que les digan que pueden tocar sólo tres temas, y tener a veinte fans esperando un show completo.
La policía, los horarios y la poca logística del evento repercutieron en la desilusión. La ira y la tristeza tanto por el lado de quienes adquirieron sus entradas como por el lado de la organización que perdió muchísima plata, sin intención de “estafar” a nadie, sólo querer motivar a realizar otro show diferente, con más bandas locales en un escenario bien armado, fueron todos los aires que se percibieron los tres días. Y ni hablar de los artistas que se bancaron todo hasta el último segundo.
Punilla Rock fue un intento de masividad para hacer un trabajo redituable, disfrazado de festival con buenas vibras y concluyendo en que hay mucho que aprender... No hay que hacer las cosas si no se saben manejar, es más que una ecuación lógica, pero también hay muchas cosas extras que afectaron a todos los organizadores, desde trabas hasta no vender ninguna entrada, de la cual esperaban un ingreso de dinero que cubra las expectativas.
El predio lo tenía todo, barras, comida, buen sonido... pero con eso no alcanzó. Las boleterías solo se mantenían abiertas ante la presencia de 3 o 4 personas que ingresaban cada 20, 25 minutos.
No nos vamos a explayar demasiado, simplemente, no se buscaron soluciones y el show salió como pudo, a pulmón, con muchas ganas y una desinteligencia total por parte de algunos malentendidos que se rumorearon por ahí y un tanto de desprecio del publico cordobés para con las bandas locales.
Se dijo de acá, se dijo de allá, pero aun esperamos la "voz" oficial que se escuche.
Cabe destacar que el evento marco una desconcierto completo en algunos horarios y hasta muchas de las bandas que tocaban, no figuraban en las grillas oficiales.
Te dejamos un video para que vivas en carne propia la palabra de Gustavo de Ultraviolentos minutos antes que largara la tarde y tal vez para que puedas admirar con detalle
Gisela Petrei
Marina Miguel
Nicolás Medina
1 Comment:
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- agusleal said...
24 de noviembre de 2009, 23:57esperamos ver el reportaje a black sheep ;) , saludos gente y arriba la radio!
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